jueves, 9 de junio de 2011

LA ORACIÓN PERSONAL

La oración personal puede tener muy variadas formas, y aunque hay oraciones más elevadas que otras, cualquier tipo de oración agrada al Señor, y la oración que utilice cada persona depende mucho de su personalidad, del llamado que Dios la haga y de las gracias que Dios le otorgue. Depende de cada uno -es cierto- responder lo mejor posible a ese llamado y a esas gracias que vienen del Señor.

ERRORES EN LA ORACION

Es bueno ver lo que nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica (#2726) sobre algunos conceptos erróneos que pueden haber en torno a la oración personal:

Considerar la oración como un monólogo y no un diálogo:
Es cierto que la oración es conversar con Dios, pero la conversación implica diálogo: no puedo hablar sólo yo. Orar no es tanto hablar nosotros a Dios, ni mucho menos hacerle exigencias, sino más bien guardar silencio ante El, tratando de descubrir Su Voluntad, cuáles son Sus Planes para nuestra vida. Ya Jesucristo nos aconsejó así: "Al orar no multipliquéis las palabras ... pensando que por mucho hablar seréis atendidos" (Mt.6, 7).

Creer que la oración es sólo un esfuerzo personal:
Si bien es cierto que hay que desear orar y que hay que proponerse orar con toda la asiduidad que nos sea posible y "sin desfallecer" como nos dice el mismo Jesucristo. El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice que "la oración viene también del Espíritu Santo". En realidad, es el Espíritu Santo Quien hace la oración en nosotros, o mejor: es la oración en nosotros (cfr. Isabel de la Trinidad, Carmelita Descalza venezolana ya fallecida).

FORMAS DE ORACION PERSONAL:

a. VOCAL - esfuerzo personal

b. MENTAL - esfuerzo personal

c. CONTEMPLATIVA - gracia divina

Aunque Sta. Teresa hace la diferencia entre las tres formas de Oración Personal, también es cierto que las considera íntimamente relacionadas entre sí. "Toda oración vocal, si se reza como hay que hacerlo, es ya y es antes oración mental” ... Considera que la oración vocal puede ser camino para la contemplación: "Es muy posible que estando rezando el Paternoster os ponga el Señor en contemplación perfecta". Y, característica de su humor y hasta ironía dice a los "enemigos de los contemplativos": "no penséis que estáis libres de serlo si las oraciones vocales rezáis como se han de rezar".

Y recomienda siempre volver a la oración vocal cuando surgen las distracciones, las arideces, etc.

No podemos olvidar que lo que hace la oración, sea vocal o mental, provechosa y agradable a los ojos de Dios es la actitud de adoración. La adoración es el telón de fondo de cualquier escenario de oración. La adoración es el hilo conductor de nuestra oración.

Para poder recibir al Señor en la oración, tenemos que entrar en sintonía con El, tenemos que sintonizar como se sintoniza una estación de radio-comunicación. Para sintonizar, nos silenciamos y adoramos. El que la estación transmita o no, ya es Voluntad Divina. Pero estamos seguros que la estación siempre está allí, siempre se nos escucha.

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