martes, 19 de abril de 2011

"SOMETE TODOS TUS PLANES A DIOS"


La casa que compro a las afueras de la ciudad, le pareció hermosa. A diferencia de muchas cosas que se ofrecen atrayentes en los catálogos y resultan ser un fiasco cuando se aprecian en la realidad, esta era la vivienda de sus sueños. Pequeña, cómoda, junto a un parquecito y a pocos metros de un lago ornamental. ¡Lo que imagino desde niño!

Sobra decir que a su esposa le encanto. Los dos hijos, de ocho y cinco anos, no salían de su emoción. ¡Tenían mucho espacio para jugar!



Alguien de la iglesia le recomendó poner en manos de Dios aquel proyecto. "No seas pesimista—le respondió--; tengo un trabajo estable y, sin duda, el Señor Jesucristo quiere lo mejor para mi vida, así es que no hay nada que temer".



Gestionaron un préstamo. Todo salio a pedir de boca. Nada dificulto el que su solicitud fuera revisada, aprobada y en menos de dos semanas se materializara el desembolso del dinero.



Dos anos después lo despidieron del empleo. Jamás imagino que ocurriera. Llevaba mucho tiempo en la compañía. Sin embargo se produjo a primera hora de un lunes. Le entregaron la carta. Era inevitable un recorte de personal. ¡No podía creer que fuera verdad!. Pronto se encontró con sus acreditaciones profesionales de un lugar a otro. Nadie podía pagarle tan bien como en aquella empresa. Perdió su casa. Hoy vive en un lugar rentado.



¡Vaya a la presencia de Dios!

Todos sonamos. Es una de las capacidades extraordinarias que Dios puso en nosotros. Sin embargo hay una enorme brecha entre aquello que anhelamos y lo que finalmente obtenemos de la vida. En algunos casos no median mayores dificultades para obtener lo anhelado; en otras, conseguir algo es el fruto de un esfuerzo indeclinable. Y en muy buena parte lo material, aquello que costo tanto trabajo conseguir, se pierde porque se hizo un mal negocio o no medimos las consecuencias de los pasos que dábamos.



¿Como evitar una debacle a nuestro alrededor? La respuesta es sencilla y la encontramos en la Biblia: sometiendo a Dios todos nuestros planes y proyectos. "El hombre propone y Dios dispone. A cada uno le parece correcto su proceder, pero el SENOR juzga los motivos." (Proverbios 16:1, 2.).



Probablemente usted tiene ideas fabulosas. Felicitaciones. Un cristiano debe pensar en grande. Sin embargo le recomendamos poner en manos del Creador, de Aquel que todo lo puede, cuanto tenga en mente. Con su divina ayuda tenemos asegurada la victoria...




¿Ya recibió a Jesucristo como su Señor y Salvador? No deje pasar la oportunidad, Ábrale las puertas de su corazón. Ame a su madre Maria.

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